Trabajar desde casa ha pasado en poco tiempo de ser una opción minoritaria a convertirse en algo habitual. Las medidas adoptadas a raíz de la pandemia, junto con la transformación digital de muchos negocios gracias a Internet, han hecho que un 34% de los profesionales españoles trabajen actualmente desde sus casas, frente al 5% que lo hacían en 2019, según estimaciones aproximadas de los expertos

Uno de los graves problemas que está provocando el teletrabajo es la implantación de las medidas necesarias para que la seguridad de la información sea equivalente a la de la oficina, así como la evaluación de esos riesgos. La normativa dice expresamente que “cuando los datos personales se almacenen en dispositivos portátiles o se traten fuera de los locales del responsable del fichero o tratamiento, será preciso que exista una autorización previa del responsable del fichero o tratamiento, y en todo caso deberá garantizarse el nivel de seguridad correspondiente al tipo de fichero tratado”.

Según datos recientes de Kaspersky, España ocupa el 10º puesto en el ranking de países más afectados por los cibertataques. Y en el informe “El estado de la ciberseguridad en España”, Deloitte indica que el 62% de las empresas españolas admite que el pasado año ha sufrido un ataque, y que sin embargo el 79% de ellas consideraba que estaba preparada para afrontar los riesgos del teletrabajo.

De acuerdo al análisis “Hiscox Cyber Readiness Report 2020”, a las empresas españolas les cuestan una media de 66.800€ los daños causados por un cibertaque, un 30% más que la media. Entre las principales amenazas destacan el “Malware”, que preocupa a un 68%, y el “Phishing” con un 18%.

En cualquier caso, está claro que el teletrabajo exige extremar las precauciones en el uso de los dispositivos, no utilizar redes abiertas de wiffi, y revisar las pólizas de seguro que tenemos contratadas: revisar fundamentalmente los cuestionarios en que se basó la emisión de la póliza, para que la aseguradora evalúe la nueva situación, sobre todo las medidas adoptadas por el asegurado para evitar el riesgo de fuga de datos en casa de los empleados.

Recomendamos a todas las pymes que, sin ninguna duda, contraten una póliza de ciberriesgos, para estar cubiertos ante el posible quebranto económico producido por un incidente en sus sistemas de información o en sus recursos informáticos. No importa si el suceso se ha originado interna o externamente, si ha sido accidental o provocado: la póliza de ciber seguridad asumirá el coste de los gastos de limpieza y puesta en marcha de los sistemas, de la recuperación de los datos, de la paralización o cese del negocio, etc. Y cubrirá también los costes de los asesores legales, de seguridad informática o de comunicación, así como las sanciones de la Ley de Protección de Datos, e incluso el pago de una posible extorsión del ciberpirata.

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