Con la finalización de la pandemia, los eventos de empresa volverán a dispararse, y con ellos también los riesgos que entrañan: damos a un repaso a los principales riesgos y coberturas en la organización de eventos.

Los eventos engloban muy diversas acciones, y diferentes proveedores y profesionales toman parte en su diseño, planificación, producción e implementación. Por tanto, muchos son los aspectos que pueden originar situaciones comprometidas para los diferentes actores que se dan cita, organizadores, administraciones, trabajadores, inmuebles, asistentes, etc.

Un seguro para eventos es una póliza que cubre las indemnizaciones a las que tendría que hacer frente la organización del evento, o asegurado responsable, por reclamaciones de terceros perjudicados por cualquier tipo de daño sufrido.

Existen diferentes coberturas que pueden ser contratadas atendiendo a las necesidades de cada organizador y evento. También, dependiendo el tipo de organizador, se podrá contratar un seguro anual que cubra todas las acciones y eventos que se lleven a cabo, o seguros puntuales para cada uno de los eventos organizados. En la mayoría de los casos se dará una mezcla de ambos seguros, ya que no todos los eventos requieren de las mismas coberturas y condiciones.

El seguro más importante dentro de los ofrecidos en la organización de eventos es el seguro de Responsabilidad Civil, aunque existen otros también importantes, como el de responsabilidad civil subsidiaria, de accidentes o el seguro de cancelación.

¿Qué puede salir mal?

Debido a la cantidad de servicios profesionales asociados que intervienen, son multitud de circunstancias las que pueden originar un daño personal, material o patrimonial y una pérdida económica para el responsable:

  • Incendios o explosiones
  • Climatología adversa
  • Intoxicaciones alimentarias
  • Desperfectos en las instalaciones
  • Accidentes en el montaje y desmontaje de instalaciones
  • Aglomeraciones o estampidas
  • Robos o hurtos
  • Riesgos pirotécnicos
  • Riesgos de estructuras instaladas
  • Daños materiales a los bienes del evento
  • Cancelaciones o retrasos
  • Pérdida de beneficios por cancelación

Aunque la mejor manera de evitar cualquier tipo de siniestro es una minuciosa preparación y planificación del evento, siempre pueden producirse imprevistos que causen menoscabos económicos a los responsables.

La prudencia obliga por tanto a ser conscientes de dichas eventualidades, tomarlas en consideración como parte fundamental a la hora de organizar eventos y atajarlas con la contratación de los seguros adecuados para cada tipología de evento

Seguros obligatorios y voluntarios

Las empresas y profesionales de la organización de eventos deben suscribir ciertos seguros de manera obligatoria y, por otro lado, se recomienda la suscripción de otros de carácter voluntario.

La obligación a reparar el daño causado a un tercero, según marca el código civil, muestra la necesidad de estar en posesión de una póliza de responsabilidad civil que se haga cargo del nacimiento de responsabilidades que por culpa o negligencia haya podido incurrir el asegurado.

También tienen la obligación de tener en vigor un seguro de accidentes laborales aquellas empresas o profesionales que tengan trabajadores contratados.

Y entre los seguros optativos más relevantes, cabe destacar la cobertura de pérdidas económicas causadas por una climatología adversa, una cancelación, un aplazamiento, etc., que pueden acarrear numerosas reclamaciones por daños económicos.

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